
Hay muchas formas de aprender italiano, pero, seguro, que no hay una tan deliciosa como hacerlo a través de la comida. Dicen los eruditos que la comida es más que una simple forma de llenar la barriga y saciar el hambre. Los pueblos llevan todas sus costumbres y su herencia histórica a un plato y después, a la mesa. Alrededor de una mesa se sientan abuelos y nietos, los vecinos se conocen y… ¡Hasta se conquistan corazones!
Esa es la magia de la comida y por eso es más que un simple acto biológico. La gastronomía es un elemento de cohesión y nos permite conocer mucho de un pueblo, su pasado y su futuro. Y sin duda alguna, hay pocos pueblos en el mundo que aprecien más su gastronomía que los italianos.
Aprender italiano usando su comida como puente es una de las formas más maravillosas de conocer esta fantástica lengua. Por eso, hoy nos sentaremos a la mesa con la nonna y aprenderemos algunas cosas muy interesantes.
Aprender italiano y darle sal a la vida
¡Italia es maravillosa! Todo en este hermoso país es impactante. Desde las cálidas costas del Mediterráneo hasta las frías laderas de Piamonte. Desde los Alpes hasta Roma y desde la Toscana hasta Milán. Visitar este bello país es algo que todos deberíamos hacer alguna vez en la vida. No hay un rincón de la «bota» que no sea digno de una foto. Cualquier foto, seguro, será un post de éxito en nuestros perfiles de redes sociales.
Pero, sin pensarlo dos veces, lo mejor de Italia es lo que hay detrás de cada plato. En Italia, la comida es mucho más que un simple alimento. Es un acto que comienza en la elección de los ingredientes y termina en la scarpetta. O sea, pasar el pan por el plato para terminar de degustar lo que queda en él.
Este amor por la comida de los italianos es uno de sus signos más característicos en el mundo. No hay un país en el planeta Tierra (y quizá en cualquier otra galaxia) en el que no haya un ristorante, una pizzería o una gelatería. Y por eso, aprender italiano se convierte en algo más que aprender gramática y acentuación.
Aprender italiano, pero, aprender de verdad, significa absorber parte de la pasión que tienen por la vida. Vivir all’italiana significa darle sal a la vida, disfrutar de cada momento con placer. Pero además, significa que cada vez que te sientes en la mesa será un momento inolvidable. Si quieres aprender italiano y vivir all’italiana sigue leyendo para captar algunos tips ideales.
La comida es un evento, no importa lo que se celebre… ¡O que no se celebre nada!
Y esto es así, pregunta a un italiano y te lo confirmará. Para aprender italiano con un toque especial, es clave comprender que no hay una comida insignificante. No importa que sea la cena del miércoles o el desayuno del domingo, comer es un placer para los italianos. Y por eso, hay que guardar el «sagrado» proceso.
En cualquier casa italiana verás que siempre se reserva tiempo para todo el proceso de la comida. Desde la compra en la tienda, los italianos eligen los ingredientes basándose en su sabor, su aroma y su apariencia. Un plato debe verse, olerse y sentirse delicioso.
Adicionalmente, la preparación no debe tomarse a la ligera. Eso de comer de prisa sin respetar los tiempos ideales no es algo común en la familia italiana. Por supuesto, no es algo que siempre se pueda lograr porque la vida moderna es muy estresante. Aun así, los italianos reservan tiempo para la comida cada vez que tienen la mínima oportunidad.
Para los ojos extraños, la pompa con la que se celebra cada comida es inusual. En muchas culturas, comer es un acto destinado a saciar el apetito. Pero, en Italia, comer es un acto social, una expresión familiar y un momento de conexión con el mundo. Si pueden, vestirán la mesa y prepararán todo como si viene el Papa a comer. Al final, para los italianos, tener la oportunidad de sentarse a disfrutar es, en sí misma, una celebración.
Tutti alla tavola: Se come en familia cuando se puede
La familia y los amigos son muy importantes en Italia. Y esto nos da una oportunidad única de aprender italiano usando la comida como puente. La mesa en Italia es más que un mueble. Es el centro neurálgico de las relaciones personales y comer es, indudablemente, un acto social.
Cuando te inviten a la mesa, notarás que las comidas son dilatadas, sin prisas y con pausas entre platos. Todo comienza, con unos aperitivos o un antipasti. Es decir, una serie de pequeños platos para compartir que sirven como preámbulo a la comida.
Antes de siquiera comenzar a comer, los italianos se dan un tiempo para charlar, saber cómo van las cosas y «romper el hielo». Esto suele acompañarse de alguna bebida que sirve de aperitivo y suele ser una fase larga. Después, vendrá un desfile de platos y entre cada uno de ellos, habrá una pausa que servirá para compartir el momento.
La sobremesa también suele ser distendida y un momento especial. Aquí, las familias comparten vivencias y temas que estimulen la conversación. Para alguien como tú que quiere aprender italiano, estos serán momentos únicos y muy valiosos en tu aprendizaje. Así que… ¡Aprovéchalos!

Todos son bienvenidos… especialmente, los que quieren aprender italiano
La hospitalidad italiana es legendaria. Todo el que tiene un amigo italiano lo sabe. Un italiano te invitará a su casa como una muestra inequívoca de amistad. Se sienten muy orgullosos de su cultura, sus ancestros y sus tradiciones. Y por supuesto, tratarán a quien quiera aprender italiano de una forma especial.
Desde la abuela o la nonna, hasta la mamma, cada miembro de la familia te tratará como uno más de la familia. Si saben qué quieres aprender italiano, harán lo máximo posible para enseñarte. A diferencia de otras culturas, la italiana es abierta y siempre tratan de dar a conocer sus raíces. Es, sin llegar a dudarlo un minuto, una de las culturas más inclusivas del mundo. Y eso, para quien trata de aprender italiano es una ventaja.
Sin embargo, es crucial (y esto es casi una regla) que respetes las tradiciones y las indicaciones. Especialmente con la comida y el acto de sentarse a la mesa. Fíjate en algunos «pecados» imperdonables en la comida italiana.
10 cosas que JAMÁS debes hacer cuando te inviten a comer en Italia
Antes de que te preocupes. No, nadie va a echarte de su casa o te hará pasar un mal rato. Son muy amables y educados para eso. Pero, si quieres recibir una segunda invitación, NUNCA hagas esto:
Llegar con las manos vacías
En Italia, es de mala educación acudir a una comida sin llevar un detalle para los anfitriones. Puedes llevar vino, postre, flores o incluso un buen queso o embutido. Si decides llevar vino, mejor si es italiano y de buena calidad.
Rechazar la comida
Un anfitrión italiano se esmera en cocinar y servir comida abundante. Rechazar un plato puede considerarse una falta de respeto. Aunque estés lleno, al menos prueba un poco de todo.
Pedir queso para la pasta si no es apropiado
En Italia, el queso no se pone en cualquier plato de pasta. Por ejemplo, jamás pidas queso para una pasta con mariscos, ya que se considera una herejía gastronómica.

Partir la pasta con cuchillo o cortarla con el tenedor
¡La pasta nunca se corta! Se enrolla con el tenedor y, si es necesario, se ayuda con la cuchara (aunque esto último también es debatible). Cortar los espaguetis es visto como una falta de conocimiento sobre la gastronomía italiana.
Pedir ketchup para la pasta o la pizza
Poner ketchup en la pasta es uno de los mayores pecados gastronómicos en Italia. También evita pedir salsas «raras» para la pizza, ya que se considera una falta de respeto a la tradición culinaria.
Tomar cappuccino después de la comida
El cappuccino en Italia solo se bebe en el desayuno. Después del almuerzo o la cena, los italianos prefieren un espresso. Pedir un cappuccino después de una comida hará que los anfitriones levanten una ceja.
Mezclar diferentes comidas en el mismo plato
En una comida italiana, cada plato tiene su momento. Primero el antipasti, luego el primo, después el secondo y finalmente el postre. No intentes mezclar todo en un solo plato ni pedir que te sirvan la carne con la pasta.
Apresurar la comida
La comida en Italia es un momento sagrado para compartir. Comer rápido o levantarte inmediatamente después de terminar puede considerarse de mala educación. Tómate tu tiempo y disfruta la sobremesa.
Poner demasiada salsa en la pasta
En Italia, la pasta no nada en salsa. Se sirve con la cantidad justa para realzar su sabor sin ahogarla. Evita pedir «extra salsa», ya que puede interpretarse como una crítica a la receta del anfitrión.
Poner las manos debajo de la mesa
En la tradición italiana, se considera adecuado mantener las manos visibles sobre la mesa, sin apoyar los codos. Es un gesto de cortesía y de respeto hacia los demás comensales.
En definitiva, si quieres que te vuelvan a invitar y continuar con tu meta de aprender italiano en la mesa, respeta las normas. Son sencillas y básicamente, consiste en darle al anfitrión un trato más que justo por su invitación. Y, como en el catolicismo, he aquí el mandamiento más importante:
«Cómete todo y siempre felicita al cocinero por lo rico de su plato».

¿De qué hablar en una mesa si quiero aprender italiano?
Ser un buen anfitrión es todo un arte. Sin embargo, también lo es ser un buen invitado. Por ende, existen ciertas cosas que debes saber antes de sentarte a la mesa. Sobre todo, si estás en la fase de aprender italiano y hay temas que se escapan de tu fluidez en el idioma. Mira el decálogo de los SÍ y NO de la conversación en la mesa.
Comida y recetas tradicionales
Hablar de comida es el tema por excelencia en la mesa italiana. Para alguien que quiere aprender italiano, hay varios tips. Puedes preguntar sobre recetas familiares o la historia de un plato que están sirviendo. Incluso, puedes preguntar cuál es la mejor manera de hacer una receta. ¡Eso sí! No critiques la comida ni sugieras ingredientes «modernos» que alteren la tradición.
- Lo que sí: «Esta salsa es increíble, ¿es una receta familiar?».
- Error: «En mi país hacemos la pasta con ketchup y mostaza, queda más rica»
Viajes y lugares en Italia
A los italianos les encanta hablar de su país y compartir recomendaciones sobre qué visitar. Pregunta sobre pueblos con encanto, playas escondidas o tradiciones locales.
- Bien: «¿Cuál es una playa recomendable en el sur?»
- Error: «El tráfico en Roma es caótico, ¿cómo pueden conducir así?»
Familia y valores tradicionales
La familia es el pilar de la sociedad italiana, y hablar sobre ella es siempre bien recibido. Puedes preguntar sobre la historia familiar, si tienen alguna tradición especial o cómo celebran las festividades.
- Bien: «¿Cómo celebran la Navidad en la familia?»
- Error: «Me parece que en Italia le dan mucha importancia a las abuelas»
Deportes (especialmente fútbol)
El fútbol en Italia es casi una religión. Si sabes algo sobre los equipos locales, tendrás un gran tema de conversación. Pero ten cuidado con debates demasiado acalorados sobre equipos rivales.
- Ejemplo: «¿Cómo creéis que lo hará el equipo local este año?»
- Error (y error garrafal): «Prefiero el fútbol español (inglés, francés, etc), es más divertido»
Arte, música y cine italiano
Italia es cuna de grandes artistas, directores de cine y músicos. Hablar de Fellini, Ennio Morricone o la ópera, siempre son buenas opciones.
- Bien: «Me encanta la música italiana, ¿qué artistas recomendarías?»
- Error: «Creo que el cine italiano es aburrido»
Historia y cultura
La historia de Italia es rica y fascinante. Puedes hablar de la Antigua Roma, el Renacimiento o la unificación del país. Solo evita temas políticos actuales que puedan generar discusiones incómodas.
- Ejemplo: «¿Me podéis decir dónde puedo visitar ruinas de la Antigua Roma?»
- Error: «¿Qué opinas sobre la política actual en Italia?» (y esta es una ley a dónde quiera que vayas…¡Nunca hables de política con desconocidos!)
Anécdotas personales y experiencias en Italia
Compartir tus experiencias en Italia y pedir consejos sobre la cultura local puede generar una conversación interesante y amena.
- Ejemplo: «Nunca había probado un cappuccino, no sé cómo había podido»
- Error: «Los camareros en Italia son antipáticos y groseros»
Eventos culturales y festividades italianas
Italia tiene muchas festividades y eventos únicos, desde el Carnaval de Venecia hasta la Semana Santa en Sicilia. Preguntar sobre tradiciones locales es una excelente forma de integrarte.
- Ejemplo: «Me encanta el Festival de San Remo, ojalá algún día pueda ir»
- Error: «Me parece absurdo que cierren las calles durante las procesiones»
Temas que es mejor evitar en la mesa
Aunque los italianos son muy expresivos y les gusta debatir, hay algunos temas que es mejor evitar en una comida. Especialmente si al aprender italiano no las tienes todas contigo:
- Política
- Religión
- Dinero (Jamás preguntes cuánto gana alguien)
- Comparaciones negativas entre Italia y otros países (Alerta roja, esto es cruzar una línea sin retorno)
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Y, sobre todas las cosas:
Godere! Sei in Italia
(Disfruta… ¡Qué estás en Italia!)