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La pronunciación en otro idioma… ¡Ese monstruo verde que tanto te cuesta dominar! Lo sabemos y es por eso que hoy lo vamos a abordar desde un punto de vista más profundo. Para tu tranquilidad, debes saber que el tema de la pronunciación en otro idioma está considerada como la mayor barrera del aprendizaje. Muy por encima de la gramática o la escritura. De hecho, muchas personas que tienen excelentes niveles de escritura suelen fallar estrepitosamente en la pronunciación en otro idioma.
Aún más, muchas personas pasan años yendo a coaches de dicción y terapias de lenguaje para «soltar la lengua» y pronunciar mejor. Pero, ¿hay razones físicas para que nos cueste tanto pronunciar bien otro idioma? Como verás a continuación, hay razones orgánicas, psicológicas y sociales para que la pronunciación en otro idioma sea tan complejo. Hoy veremos las causas más frecuentes. Además, te daremos algunos consejos para vencer uno de los mayores traumas en el aprendizaje de otros idiomas.
¿Preparado? Vamos a aprender un poco más sobre un tema que frustra y acompleja a muchos.
¿La pronunciación en otro idioma es tan importante?
Probablemente estés esperando una respuesta como: «No, no te preocupes porque pronunciar bien no es importante». Lamentamos decirte que sí, la pronunciación en otro idioma es crítica en tu aprendizaje.
De hecho, es tan importante que es considerada como uno de los puntales de la formación en idiomas. En cualquier idioma, en cualquier nivel y en cualquier país, las academias suelen tener tres etapas formativas: Escritura y gramática, comprensión auditiva y lectura, así como pronunciación y habla.
La razón principal por la que la pronunciación importa viene dada por una característica común en varias lenguas: la homofonía. Dicho de otro modo, palabras que suelen emitir el mismo sonido, pero que pueden tener significados muy distintos. Pongamos algunos ejemplos para entenderlo mejor.
Las homofonías de los idiomas
Si tomamos de ejemplo al español, las palabras «cazar» y «casar» pueden sonar similares si no se hace una buena pronunciación. El problema es que atrapar animales y contraer matrimonio son dos cosas muy diferentes (aunque haya quien discrepe de esta afirmación).
Pues, tres cuartos de lo mismo pasa en casi todos los idiomas. Un sutil cambio en un vocablo puede marcar una enorme diferencia en el significado. El inglés está lleno de palabras homófonas, los vocablos que contienen dobles vocales como «oo» y «ee» pueden confundirse con «u» o «i». Además, las palabras que contienen las letras «th» pueden confundirse con los sonidos similares a la «d». Por ende, una «pool» (piscina) puede sonar a «pull» (empujar) y «there» (allí) puede parecerse a «dare» (reto).
En el francés pasa mucho y ni hablar de idiomas como el chino o el japonés. La razón principal de estas homofonías es aún desconocida para los lingüistas. Carece de todo sentido lógico y es incomprensible por qué existen si su único objetivo aparente es confundir. Quizás esta explicación nos aclare un poco más el panorama.
¿Por qué existen las homofonías en la pronunciación en otro idioma?
Tristemente, no hay una razón que podamos tomar como única y válida para explicar la homofonía. Estas son las tres razones más comunes según los estudiosos del idioma:
El analfabetismo
Según algunos autores como el célebre lingüista Antonio de Nebrija, la homofonía tiene origen en el mal uso del lenguaje. En los tiempos en los que la mayoría de la población era analfabeta, las palabras se pronunciaban según cómo sonaban. Es decir, sin importar si se escribían con s, c o z; tampoco si se hacía con j o g. Por supuesto, Nebrija profundizó mucho más en su estudio, pero, a grandes rasgos, esta fue una de las explicaciones más aceptadas.
Los «préstamos» lingüísticos
Sin embargo, otros autores van un poco más allá y atribuyen la homofonía como una consecuencia natural del desarrollo de las lenguas. Verás, los idiomas modernos como el inglés, español, francés o cualquiera en uso actualmente, son evolutivos. Es decir, crecen y se modifican con el pasar del tiempo y los cambios de la población.
Además, los idiomas van tomando «préstamos» de dialectos y otras lenguas en su propio desarrollo. Por ello, muchas veces los idiomas han cogido palabras que tienen bases fonéticas similares a pesar de tener diferentes significados.
La lengua como arte
La explicación que más nos gusta es la que se refiere al enriquecimiento de las lenguas. Las homofonías son uno de los mayores recursos lingüísticos en la poesía y la literatura. Dos palabras que pueden leerse exactamente iguales son diametralmente opuestas, este es un recurso fantástico. O sea, las palabras pueden ser herramientas artísticas increíblemente útiles en el lenguaje poético. El problema es que complican enormemente a quien aprende la pronunciación en otro idioma.
Lo que nos lleva a comprender el porqué de esta dificultad tan común. Veamos.
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Las razones más comunes por las que te cuesta la pronunciación en otro idioma
Es clave, antes de iniciar este análisis, comprender que NO EXISTEN razones genéticas o de índole racial que impidan la pronunciación. Lo aclaramos con tanto énfasis porque ha sido uno de los mayores mitos en términos del lenguaje. Por muchos años se ha «vendido» la idea de que ciertos grupos étnicos tienen la imposibilidad física de pronunciar bien ciertos idiomas. Por consiguiente, no hay ninguna razón genética que explique la mala pronunciación en otro idioma.
Dicho y aclarado esto, vamos a ver algunos motivos por los que tu lengua parece negarse a pronunciar bien otros idiomas. Te vas a sorprender de algunas de las causas. Lo que más te sorprenderá será que el principal enemigo para una buena pronunciación es… ¡Tú mismo! fíjate y verás.
La memoria muscular
En tu cuerpo puede estar la respuesta para la mala pronunciación en otro idioma. O, mejor dicho, en el uso que le das en tu lengua materna a las estructuras orgánicas del sonido. Desde que aprendemos a hablar, más o menos durante el primer año de vida, nos acostumbramos a una serie de sonidos familiares. Aprendemos por imitación a emitir ciertos tipos de sonidos que se transforman en palabras.
Así, a medida que crecemos, nuestras estructuras orofaríngeas y bucodentales, se acostumbran a emitir ciertos fonemas. Dicho en cristiano, tu lengua, nariz, labios y faringe moldean tus cuerdas vocales para ciertos sonidos. Por eso, algunas personas tienen mayor facilidad para los sonidos bucodentales y guturales como las «erres» o las «jotas». Tal es el caso de las lenguas romances y las lenguas eslavas.
Asimismo, otras familias de lenguas pueden aprender con más facilidad los sonidos labiodentales como las «th» o «zetas». Por ende, conforme pasa el tiempo, tus órganos sonoros adquieren lo que se conoce como «memoria muscular». Esto es la adaptación natural a emitir sonidos típicos de tu lengua materna.
La vergüenza propia y ajena
Esta es otra de las razones más comunes para la mala pronunciación en otro idioma. Muchas personas dicen sentirse avergonzadas y hasta un poco ridículas al tratar de hablar en otro idioma. En este sentido, estas personas suelen sentirse fuera de lugar o como si tratasen de aparentar algo que no son. Aún más, algunas refieren sentirse incómodas y en algunos casos más extremos, como si el cambio en su forma de hablar les resultase ajeno.
Esto es súper común en aquellas personas que aprenden una segunda lengua en la adultez. Por lo que se conoce en psicología como gelotofobia o el «síndrome de Pinocho». Esta fobia es común en adultos, pues se sienten aprehensivos y temerosos de cometer errores que los dejen en ridículo. Algo que no existe o existe en un grado muy pequeño en los niños. Por ello, es más fácil encontrar una mejor pronunciación en otro idioma entre quienes lo aprenden más temprano.
La falta de inmersión
Esta es una de las razones de la mala pronunciación en otro idioma más fáciles de encontrar y que es causada por la falta de contacto. Es decir, es causada por una poca inmersión en los fonemas y dicciones de otro idioma. Suele ser muy común en los entornos más académicos o entre quienes aprenden en academias de baja calidad pedagógica.
Verás, si tu profesor o profesora no domina muy bien la lengua que enseña, es probable que no te corrija tus errores al pronunciar. Esto pasa porque para el instructor, la palabra suena en su cabeza como lo haría en su lengua natal. Por lo tanto, los sonidos incorrectos no lo serán para él o ella y, así ambos perpetúan la mala pronunciación.
Este error tiene una consecuencia directa al enfrentarte a un entorno en el que la lengua aprendida es dominante. Tú pronunciarás las palabras tal y como las has aprendido, pero muy pocas personas las comprenderán. Y he allí la importancia de una mejor elección de las academias de idiomas. También, aunque no es una regla, este error suele verse muy frecuentemente entre quienes aprenden de forma autodidacta.
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¿Cómo mejorar mi pronunciación en otro idioma?
Aprender a pronunciar mejor no es fácil o rápido. Pero, no te desconsueles, lo que sí podemos decirte es que es muy posible. Por supuesto, existen ciertos fonemas que te serán muy complicados y que, tal vez, nunca domines al 100%. Sin embargo, es posible mejorar de una manera notable poniendo en práctica algunos ejercicios básicos.
«Soltar la lengua», un ejercicio de dicción clave
Cuando decimos «soltar la lengua» lo decimos de forma literal y no metafórica. O sea, es fundamental que aprendas a vencer la rigidez de tus estructuras orgánicas y la memoria muscular. Dicho de otro modo, que aprendas a reprogramar todo el proceso de emisión de sonidos de tu cuerpo.
Existen fonemas básicos en cada idioma. En español y francés, por ejemplo, aprender a dominar las «erres» es muy importante. Para ello, es clave que aprendas a emitir sonidos palatinos y guturales. Hacer un ejercicio conocido como rotacismo, es muy importante. En internet existen muchos tutoriales que te enseñan a modificar la posición de la lengua para emitir determinados sonidos.
Pero las «erres» no son el único problema en la pronunciación en otro idioma. Existen muchos sonidos que no son naturales en un idioma, pero que son básicos en otro. Aquí, la única solución es practicar y practicar hasta que tu cuerpo se vaya acostumbrando al nuevo movimiento.
«The imitation game» Imita a los demás, sin ninguna vergüenza
No lo recuerdas, obviamente. Pero cuando eras un bebé, aprendiste a hablar imitando a tu madre, a tu padre y a tus hermanos mayores. Como un loro, los bebés imitan los sonidos sin siquiera conocer su significado como una forma de preparación orgánica. Por eso, si observas un bebé, podrás notar que antes de hablar comienzan a emitir sonidos repetitivos y sin sentido aparente.
La meta de estos sonidos es prepararlo todo para cuando el cerebro esté listo para enlazar un sonido con una palabra. Pues bien, esto es una clave básica para aprender. Si no tienes la oportunidad de viajar a un país en el que se hable el idioma que aprendes, hay otras opciones.
Escucha canciones, mira películas y haz una seria exposición al sonido en otro idioma. Trata de imitar los sonidos y repítelo hasta el cansancio. Así, poco a poco, te irás acostumbrando a hacerlos y antes que te des cuenta, los habrás conseguido.
No confundas acento con pronunciación
Este es un error muy común. Muchas personas pretenden infructuosamente adquirir el acento como parte de la pronunciación en otro idioma. Esto es bastante complicado y, ¿sabes qué? ¡No tiene nada de malo tener un acento!
Es decir, es muy probable que al hablar un idioma diferente al tuyo se «pegue» mucho de tu acento natural. Es lógico y muy difícil de erradicar. Si te fijas bien, hasta grandes estrellas del cine tienen acentos muy marcados en su pronunciación en otro idioma. Arnold Schwarzenegger es un ejemplo y un caso muy icónico es Sofía Vergara. Ambas estrellas han triunfado en el cine y la televisión americana con un acento muy notorio.
Al aprender a pronunciar en otro idioma, perder el acento es algo irrelevante siempre y cuando puedas hacerte entender. De hecho, dentro de tu mismo país, es probable que sepas distinguir cuando alguien viene del norte o del sur. Incluso, entre países de una misma lengua, los acentos son parte natural del lenguaje.
Usa herramientas tecnológicas personalizadas
Hemos dejado como último consejo a uno de los más eficaces, la tecnología. En la actualidad, existen varias aplicaciones que te permiten aprender a pronunciar en otro idioma de manera muy sencilla. Herramientas como las apps de traducción de Talkao tienen decenas de recursos fáciles de usar y que te darán una mayor facilidad de expresión. Si usas la app Talkao Translate, podrás aprender a pronunciar correctamente más de 125 idiomas distintos. Además, podrás hacer traducciones en reversa para comprobar que puedes pronunciar en otro idioma.
Por otro lado, con la ayuda del diccionario Talkao, podrás aprender miles de sinónimos, antónimos y palabras homófonas. Esto te dará una serie de recursos extra que serán de gran utilidad en todo el proceso. Nunca olvides que aprender a pronunciar en otro idioma es un camino y que muchas veces, encontrarás dificultades. Lo más importante es aprender de tus errores y divertirte mientras aprendes.