
Los idiomas más rápidos del mundo son un desafío monumental para quien está tratando de aprenderlos. Sumado a su complejidad gramatical y escrita, la velocidad del habla es supersónica. Esto hace que entender los idiomas más rápidos del mundo parezca casi imposible. O al menos, hasta alcanzar un grado de conocimiento más avanzado.
Pero, ¿cómo podemos saber que una lengua está dentro de los idiomas más rápidos del mundo? A todos nos ha pasado que fuera del entorno de una academia, los idiomas parecen ir a un ritmo más acelerado. Cualquier idioma puede parecer que se habla a una velocidad «2X» cuando vamos al país de origen. Esto es totalmente normal y parte del proceso de aprendizaje y adaptación mental. No obstante, los idiomas que veremos a continuación escapan, literalmente, de las velocidades «normales».
Estos idiomas, los más rápidos del mundo, tienen una velocidad de habla casi inhumana. La cantidad de palabras por minuto es pasmosa en comparación con otras lenguas. ¿Te intriga un poco? Pues… ¡Abróchate el cinturón de seguridad porque vamos a pasar a la Fórmula 1 de los idiomas!
¿Por qué parece que un idioma va a una velocidad mayor en un entorno cotidiano?
Estamos casi seguros que lo siguiente ha pasado. Has invertido mucho tiempo y dinero en una academia de idiomas. En algún punto, crees que ya lo dominas y te sientes capaz de viajar y hablar con una persona nativa. En las tres primeras frases, la frustración llega casi de inmediato, pues no logras entender ni la cuarta parte de lo que ha dicho. Esto, para tu tranquilidad, es muy, pero muy, normal. Y se debe a varios factores.
La diferencia entre el aula de clase y la «vida real»
En primer lugar, estudiar un idioma en un entorno académico y protegido, es muy distinto a la «vida real». O sea, en el aula, tus profesores intentan darte las herramientas adaptadas a tu nivel para que comprendas el uso correcto de la lengua. Por ende, la velocidad con la que recibes tus clases es muy diferente a la que se usa en un entorno cotidiano.
Por otro lado, cuando aprendemos, es necesario «bajar la marcha» de la velocidad del habla para hacerla más pedagógica. En otras palabras, si tus profes te hablasen a la velocidad cotidiana, saldrías de cada clase peor de como llegaste. Al final del día, la intención de las academias de idiomas es enseñarte a procesar las palabras de la forma más correcta posible. Pero existe otra razón para ver a cualquier idioma como uno de los idiomas más rápidos del mundo. Y, básicamente, está en tu cerebro. Veamos.
El cerebro como un órgano adaptativo
Tu cerebro necesita absorber una nueva lengua de manera progresiva. Como hemos visto en otros artículos, aprender un nuevo idioma demanda una enorme cantidad de energía cerebral. De hecho, los científicos dicen que este proceso no se repite en ningún otro aprendizaje de tu vida. Sólo es comparable al momento en el que aprendiste tu lengua natal. O sea, cuando aprendiste a hablar por primera vez. Quizá por eso, muchas personas atribuyen el aprender una nueva lengua al «crecimiento cerebral».
Entonces, siendo un momento tan delicado en tu corteza cerebral y tus «bancos de memoria», es necesario reducir el ritmo. No importa que no sea uno de los idiomas más rápidos del mundo. Cuando aprendes una lengua, tu cerebro, al principio, necesita un tiempo para adaptarse. Dicho de otro modo, está en modo «rodaje». Más o menos, lo que sucede con un coche nuevo. Por eso, aunque no sea un idioma particularmente veloz, a tus oídos sonará como un disco al que le aceleramos la velocidad.
A pesar de esta explicación orgánica, no podemos decir que todos los idiomas son iguales. O, al menos, en términos de velocidad del habla. ¿Esto quiere decir que no existen idiomas más rápidos que otros? No, porque efectivamente sí que hay idiomas que se hablan a un ritmo mucho más acelerado. Veamos por qué.

¿Cómo se mide la velocidad del habla en los idiomas más rápidos del mundo?
La razones de la aceleración en el habla son millones. Tantas que podríamos analizarlas por mucho tiempo y no llegar a una conclusión aplastante y única. Algunos científicos arguyen que el clima determina algunos elementos del habla. Otros van un poco más allá e incluyen todo el entorno, geografía, clima y orografía, para dar una explicación. Pero, lo que suele suceder, es que no hay una sola y verdadera razón para que una lengua acelere su ritmo.
Te ha de pasar en tu propia lengua nativa. Es posible que si vives en una gran ciudad, el ritmo del habla sea más rápido que alguien que vive en el campo. Si vives en la costa, probablemente hables más rápido que una persona que viva en la montaña. Por supuesto, tampoco debemos obviar que hay gente que, naturalmente, tienen cadencias y velocidades distintas.
Ahora bien, ¿es posible que existan idiomas más rápidos per se? Dicho de otro modo, ¿cómo se sabe que hay idiomas más rápidos que otros? Para responder a esta lógica pregunta, la respuesta está en la lingüística. La ciencia que estudia la lengua. Veamos un poco de qué se trata.
Los términos de medición de la velocidad en los idiomas más rápidos
Existe un campo científico encargado de analizar todo lo que tiene que ver con la lengua: La lingüística. Esta rama de las ciencias sociales se encarga de analizar la evolución y los elementos asociados a la forma en la que hablamos. Pues bien, estos científicos han creado parámetros que permiten cuantificar objetivamente la velocidad del habla. Fíjate cómo la ciencia permite clasificar los idiomas más rápidos.
- La isocronía: Esta variable les permite a los lingüistas cuantificar la velocidad en la que se pronuncian sílabas similares. O sea, sílabas con la misma longitud, acentuación, cadencia y estructura.
- La estructura moraica: En lingüística, la mora es el tiempo que pasa entre sílaba y sílaba. Es decir, las pausas fonéticas que toma un hablante para pronunciar las sílabas.
- La acentuación fonética: Hay idiomas que tienen diferentes sílabas tónicas dentro de una misma palabra. Esta particularidad interfiere en la velocidad de expresión.
El lingüista Arthur Lloyd James definió estos ritmos en dos: los idiomas «ametralladora» y los «código Morse». Los ametralladora son los idiomas más rápidos y los Morse son más pausados.
¿La complejidad gramatical influye en la velocidad?
Podría pensarse que sí. Sin embargo, la práctica tira al suelo esta teoría de forma avasallante. Idiomas gramaticalmente complejos como el español están entre los idiomas más rápidos. Mientras que, otros idiomas con menos complejidad y estructura gramatical pueden ser más lentos. No hay una causa absoluta y está más asociado a un tema antropológico que a un tema lingüístico.
En otras palabras, no es el idioma el que sea rápido, es la gente que lo habla. Por esa razón, podemos ver cómo dentro de una misma lengua hay expresiones más veloces. Por ejemplo, el español gallego es más lento que el andaluz. El inglés del Caribe es más lento que el de Irlanda y así, con miles y miles de ejemplos.
En conclusión, si es que se puede concluir un tema tan profundo, no hay razones de peso para entender la velocidad. O al menos, la velocidad de los idiomas más rápidos del planeta. Pero, ¿cuáles son los idiomas que encabezan el podio de la velocidad? Vamos a verlos.
Los 10 idiomas más rápidos de la Tierra
Para poder medir la velocidad lingual, o sea, la velocidad del habla, los científicos tuvieron muchos dolores de cabeza. Darle cuantificación a un tema tan subjetivo era una tarea monstruosamente complicada. Aun así, unos lingüistas de la Université de Lyon encontraron la forma de hacerlo. Estos científicos midieron decenas de lenguas en términos de: isocronía, mora y acentuación. De este modo, pudieron concluir cuáles son los idiomas más rápidos del mundo. Estos son sus resultados.
Japonés
Un japonés promedio habla a la muy impresionante velocidad de 7,84 sílabas por segundo. La lengua está considerada como la campeona de los 100 metros lisos de los idiomas.
Español
La lengua de Cervantes no está muy por debajo de los números nipones. El español promedio es hablado a una velocidad de 7,82 sílabas por segundo. Y esto sin considerar variaciones idiomáticas como el andaluz o el chileno que tienen una velocidad mucho mayor.
Finés
El idioma nacional de Finlandia está considerado como uno de los idiomas más difíciles de aprender del mundo. Además, de la complejidad gramatical y escrita, si quieres hablar finés, deberás agudizar tu «sentido arácnido». Pues, los finlandeses hablan a una intrépida velocidad de 7,80 sílabas por segundo.
Portugués
Aunque sucede lo mismo que con el español, francés o inglés, existen diferentes velocidades en las regiones de habla portuguesa. El portugués de Brasil es distinto al europeo. E incluso, el portugués africano es diferente entre países como Angola o Mozambique, en términos de velocidad. No obstante, esta bella lengua se habla, en promedio, a 7,50 sílabas por segundo.
Francés
A pesar de ser uno de los idiomas más rápidos del mundo, el francés es una de las lenguas más conocidas. Se ha hecho una medición y los francófonos pueden hablar a una velocidad de 7,18 sílabas por segundo.
Italiano
El italiano no está muy lejos del campeón. Se ha medido que el idioma se puede hablar a una velocidad de 6,99 sílabas por segundo. Una velocidad sólo un poco más acelerada que su competidor más cercano.
Inglés
Hasta que el chino mandarín lo desbancó del podio, el inglés era el idioma más hablado del planeta. Cualquiera podría pensar que un idioma tan hablado sería uno de los más lentos y fáciles de escuchar. Pues no, el inglés está en el top 5 con una velocidad de 6,19 sílabas por segundo.
Alemán
Hablar alemán es bastante complejo para muchas personas. El idioma tiene una serie de inflexiones vocales difíciles para ciertas lenguas nativas. Pero si a eso le sumamos que se habla a 5,99 sílabas por segundo, la cosa se complica aún más.
Vietnamita
Vietnam suele tener la fama de ser un país muy sosegado y en dónde las cosas van a un ritmo más pausado… ¡Hasta que hablan! La península tiene una velocidad de habla de 5,89 sílabas por segundo. Se ubica en el noveno puesto entre los idiomas más rápidos.
Chino Mandarín
Parece mentira que la lengua más hablada de la Tierra sea también uno de los idiomas más rápidos. Sin embargo, el mandarín ocupa el décimo puesto con una velocidad de 5,18 sílabas por segundo.
¿Más rápido significa entender menos?
Vista esta lista, es probable que sientas curiosidad por la capacidad de transmitir información. Y para despejarla te vamos a decir que no, no importa la velocidad.
La profundidad y densidad de la información transmitida tiene pocas variaciones entre idiomas. Es decir, en promedio, los idiomas son capaces de transmitir más o menos unos 30-40 bits por segundo. Lo que quiere decir que cada idioma busca la forma de adaptar la profundidad y pasar de boca a oído, casi la misma densidad de información.
En otras palabras, el ranking de los idiomas más rápidos sólo marca la velocidad y no toma en cuenta el QUÉ se dice. Así que, si de verdad quieres desenvolverte en estos idiomas, vas a tener que acelerar tu capacidad de escuchar a otro ritmo. Pero… ¡No te preocupes por eso! Verás, hoy en día no importa cuán rápido te hablen, tienes formas de entender a la perfección. ¿Cómo? Con la tecnología, fíjate.

La tecnología de traducción es tu aliada… Incluso en los idiomas más rápidos
Es totalmente lógico que te preocupe viajar a alguno de los países con los idiomas más rápidos del mundo. Creer que no podrás retener parte de lo que te dicen e incluso, que te pierdas parte de una conversación. Todo esto es totalmente natural, pues comprender un idioma no es tarea sencilla. Especialmente, si te hablan a la velocidad de un bólido.
Pero, todas estas preocupaciones puedes dejarlas en casa. Con la ayuda de la IA aplicada a la traducción, la velocidad será el menor de tus problemas. Herramientas como las funciones de traducción Talkao te permitirán comprenderlo todo, sin importar cuán rápido sea el idioma. Fíjate por qué.
La tecnología de IA de la app Talkao Translate
En tu móvil y sin usar complicados aparatos de traducción, puedes descargar la app Talkao Translate. Esta fantástica herramienta te permite traducir cualquier conversación en más de 125 idiomas y de forma híper precisa. Además, la app adecúa la velocidad del emisor a tu propia velocidad de comprensión sin perder ni una coma de la conversación.
Adicionalmente, se adapta a los diferentes acentos, cadencias, entonaciones y velocidades. De forma casi mágica, la app puede acelerar tu conversación para que se adapte a la velocidad de comprensión de tu interlocutor. Así, podrás atreverte a hablar con cualquier persona en el mundo sin temor.
Traducción simultánea en tiempo real
¿Te imaginas viajar con un traductor simultáneo a donde sea que vayas? Pues, con la función de traducción en tiempo real con IA de Talkao esto es más que posible. Esta herramienta traduce al instante cualquier conversación, en cualquier idioma y a cualquier velocidad.
Cómo si se tratase de un nativo, la herramienta interpreta cualquier entrada de voz y la traduce en fracciones de segundo. Lo que, al visitar un país con uno de los idiomas más rápidos, te permitirá desenvolverte muy bien. Podrás mantener largas charlas con cualquiera como si fueras un nativo y sin perderte nada en la traducción.
Definitivamente, aunque los idiomas más rápidos del mundo sean un reto, con Talkao podrás comprenderlos al 100%. Así que, no hay excusas para aventurarte a descubrir cualquier región. Viaja y disfruta recorrer este fantástico mundo en el que vivimos.